ARROZ Y HUEVO

El consumo de Arroz del más barato, un huevo y de tomar, un vaso de agua, esta es una deliciosa cena para una persona. Vivir en la pobreza o en la riqueza afecta más que nuestro acceso a alimentos saludables: da forma a los mismos significados que le damos a los alimentos.Abordar la desigualdad nutricional requerirá algo más que colocar supermercados en barrios de bajos ingresos. Estas intervenciones no cambiarán lo que significan los alimentos para las familias pobres.

La mala alimentación se concentra en quienes tienen menos estudios e inferior poder adquisitivo, que acostumbran a vivir en un entorno muy obesogénico.

La obesidad y las enfermedades crónicas asociadas con ella, como la diabetes tipo II, hipertensión arterial, enfermedades coronarias, algunos cánceres y la osteoporosis aumentan con rapidez  y afectan predominantemente a los más pobres.

todos los factores de riesgo de las dolencias crónicas, “la obesidad es la que más aumentó y es hoy la principal enfermedad nutricional en países latinoamericanos”. La obesidad y la malnutrición eran “problemas que tradicionalmente se consideraban extremos opuestos, pero ahora son ubicados como diferentes formas de desnutrición” hay “inadecuada nutrición prenatal, posnatal e infantil”, seguida por “exposición a dietas ricas en grasas, de alta densidad energética y pobre en micronutrientes”.

Arroz y Huevo

para muchos, esto es un manjar, es preferible comer el arroz, acompañado de un huevo y un vaso con agua, que irse a dormir con el estomago vacío.

“En sociedades de mercado, la seguridad alimentaria no depende de la disponibilidad sino del poder de compra” “Los alimentos se eligen por precio” y los energéticos son más baratos que los nutrientes, observó. Por eso, el problema de desnutrición típica, que se refleja en niños y niñas con “piel y hueso”, va dejando paso a la obesidad y la malnutrición, alertó.

“Todavía se cree que el niño sano es ‘gordito’ y el que conmueve es el de bajo peso, pero en realidad los dos pueden estar mal nutridos si la dieta a la que acceden tiene exceso de hidratos de carbono, grasas y azúcares y un gran déficit de micronutrientes”

Los pobres no comen lo que quieren ni lo que saben sino lo que pueden” y, entre sus posibilidades, rara vez está la de consumir carnes magras, lácteos en cantidad, frutas o verduras. “En la canasta de los pobres comprobamos la importancia que tiene el precio a la hora de elegir alimentos”. Abundan fideos y carnes grasas y casi no hay frutas y verduras, caras y poco rendidoras. Son las estrategias que desarrollan las familias para comer, 

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