Las personas pobres, viven con hambre, con necesidad, con miedo, viven tristes, desesperadas, cansadas. También viven de la esperanza. Ellos esperan con paciencia, que algún día su situación mejore. Pero eso nunca va a cambiar si continúan haciendo lo mismo todos los días.

La mayoría de las personas pobres, creen en Dios, oran, piden de rodillas, que Dios se acuerde de ellos y los saque de todos sus problemas.
El hacinamiento, la mala alimentación, las deudas, la incomodidad, son problemas que afectan a estas personas.
Las personas pobres quieren salir de sus rutinas, quieren salir de sus problemas y no volver a ellos jamás.

La situación de comunidades sin los servicios básicos para un desarrollo humano en condiciones dignas, encontramos a adultos, jóvenes y niños que son obligados a trabajar con riesgo permanente de sus vidas para sacar el mínimo para la supervivencia, donde familias se ven obligadas a vivir en áreas muy vulnerables para resguardar la seguridad que proporcionan los lazos construidos en comunidad, invisibles a las intervenciones de los gobiernos y agencias internacionales.
En Colombia las tasas reales de interés de créditos hipotecarios de largo plazo son quizá las más altas del mundo. Nadie, rico o pobre, puede endeudarse al 20% real. Mientras no resucite un sistema de préstamos para vivienda como era el sistema UPAC en sus primeros años, que permitió a miles de colombianos adquirir casa propia, la vivienda para todos seguirá siendo una utopía.
Este permitió endeudarse con bajo riesgo porque la corrección monetaria creció durante 20 años a tasas inferiores al aumento del salario mínimo y las cuotas crecientes iban siempre rezagadas frente a las alzas salariales. Hasta que, en mala hora, y por la presión miope de las corporaciones de ahorro y vivienda y la ortodoxia simplista de la Junta del Banco de la República, en aras de la multibanca volvieron la corrección monetaria una tasa de corto plazo en lugar de una función del costo de vida, y cuando eso ocurrió las deudas empezaron a aumentar más que los ingresos. Así nadie puede comprar vivienda y así se genera cartera incobrable. Cuchillo para el pescuezo de las corporaciones.
Por alguna razón los latinoamericanos, y en especial los colombianos, parecen condenados a la pobreza, la corrupción o la violencia
La pobreza es como la oscuridad para muchos. Es decir, da miedo, a nadie le gusta, es incómodo y puede traer mucho sufrimiento. Aunque muchos se acostumbran a vivir en la pobreza, la gran mayoría de ellos al ver una luz no dudarían en salir de dicha oscuridad. Pues aunque día a día vivan en pobreza, en el fondo anhelan salir de ella.

¿Como pueden salir estas personas de la pobreza?
Hay que trabajar con inteligencia, pasión, responsabilidad y conocimiento para superar la pobreza:
El trabajo duro sin una orientación a metas de desarrollo no producirá riquezas, mucha gente pobre trabaja arduamente, entonces hay que encontrar los argumentos de la riqueza, entre muchos los siguientes: un proyecto que permita crecer indefinidamente, la preparación técnica y académica, luego la responsabilidad para ejecutar lo aprendido. Una persona puede estar en la miseria total y si en serio se propone alcanzar grandes metas financieras, lo conseguirá paso a paso, primero subiendo escalones muy pequeños, luego otros más grandes, hasta que después de varios años se estará gozando de una enorme prosperidad.